domingo, 8 de mayo de 2016

Palermo, me tenés seco y enfermo

La gatera se cierra. El ritmo de la respiración de los caballos se acelera, también el de 40 mil personas. Señal de largada. Palermo es una olla a presión que estalla. Old Bunch, el favorito que conduce el eterno Pablo Falero, toma la punta sin dificultad. Pero la ventaja le dura poco. Juan Carlos Noriega, con Lindo Amor, se le pone a la par. Pegadito viene Le Blues. Un poco más atrás, como quien no quiere la cosa, Margot. Con el jockey brasileño Altair Domingos como socio, inicia una remontada que quedará para la historia. El zaino de aires tangueros es un rayo que atraviesa la pista. Lo sigue de cerca Romaño, conducido por Juan Villagra. Pero Margot vuela en la recta y se consagra en el República. Tres cuartos de cuerpo sobre Romaño. De yapa, tiempo récord y delirio de la afición. Menos de dos minutos para el infarto. 
Un par de horas después, el hipódromo es casi un desierto y los últimos burreros se dispersan en la noche de Palermo. Algunos van hacia la estación de tren más cercana o esperan el colectivo. Los que tuvieron suerte paran un taxi. Por la otra puerta se ve entrar a los noctámbulos que, en las máquinas tragamonedas, apostarán hasta bien entrada la madrugada. Casi todos buscan lo mismo. Salvarse. 
Crónica sobre el Gran Premio República Argentina en Tiempo Argentino, se lee por acá

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