domingo, 10 de abril de 2016

El futuro ya llegó


En el principio hubo un grito. “Lo que pasó en Alemania fue una especie de trauma para nuestra generación. Como alemán, vuelvo sobre mi propia historia. Por supuesto que no somos culpables de lo que sucedió durante la guerra, pero hay un destino alemán muy especial, hay una enorme vergüenza. Y tal vez sea por eso que la manera alemana de tocar este tipo de música siempre suena un poco diferente, al menos en comparación con otros lugares de Europa. Se parece más a un grito”, advierte el saxofonista Peter Bröntzmann en el prólogo de Future Days: el Krautrock y la construcción de la Alemania moderna, el fascinante libro del periodista inglés David Stubbs, editado por Caja Negra. Durante la Segunda Guerra Mundial, el padre de Bröntzmann había peleado en el ejército alemán y fue capturado por los rusos. El hombre jamás habló sobre aquellos años sangrientos, y se negó hasta antes de morir a reconocer ese “grito” de la música de su hijo. Quizá, como especula Stubbs en diálogo con PERFIL desde su Londres natal, ese silencio terrible y el grito que surge de él son algunos de los dolores vitales que están presentes en el nacimiento del Krautrock.

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